CADA DÍA ES LUNES

6:15h de la mañana, suena el despertador…él y yo sabemos que aún tendrá que sonar un par o tres de veces más hasta que lo aporrée definitivamente …Entonces es cuando él , con una cínica voz robotizada me dice: GOOD MORNING!!!!!!!
La que parece ser que no se entera de nada es mi perra, que al primer amago de abrir los ojos, ya pega su carita a la mía y meneando la cola me resopla encima cómo queriéndome decir:

-Eh, levanta!!! Ya es de día, no es maravilloso?

Intentaría darle un par de razones para hacerle ver que no…un lunes no es maravilloso…pero ¿ qué queréis? Para ella tener mi cariño, pienso de marca, agua fresca en el cuenco y oler los culos de otros perros, es el colmo de la felicidad…

Decido levantarme y justo recuerdo que aún no me funciona el calentador. Me encanta tener que ducharme en un barreño y echándome encima cazos de agua caliente…no sé, me hace sentir, como en un pueblo…me lavo a la “antigua usanza”. No nos engañemos, mi vida es tan patética que ni siquiera puedo cortarme las venas en una bañera de agua calentita!!!
Empiezo la dieta como cada lunes, así que me llevo a la boca la primera cucharada de cereales integrales con leche desnatada… y mira que nunca pierdo la esperanza, pero oye, yo nunca oigo música celestial y me da por menear el culo en biquini mientras los como porque me siento feliz de cuidar mi línea…no os creais los anuncios!!! Además, de deliciosos nada…saben a pienso de canario (aunque para hacer esa afirmación, debería haberlo probado antes…y no es el caso) ¿ Os imagináis que ahora resulta que nunca la hemos probado pero la comida de pájaro es una delicatessen y sabe exquisitamente? No es una teoría tan alocada. Con razón nos miran desde arriba y se cagan enciman de nosotros…por “pringaos”.
Bajo rodando las escaleras de casa ( y no es un decir) teniendo en cuenta que salgo siempre con 20 minutos de retraso porque no encuentro naaaaaaaaaaada que me quede bien. Acabo poniéndome cualquier cosa, porque eso sí, si algo de bueno tiene Barcelona, es que puedes ir disfrazado de Piolín, que nadie te mirará raro…
Subo la cuesta que me lleva a la estación de metro. La verdad es que nunca he encontrado una palabra que se adapte tan bien a la realidad: CUESTA, porque mira que cuesta subirla…aunque cuando la bajamos, también se llama cuesta? Me refiero a : bajo la cuesta? Bueno, basta de paranoias…

Bajo a la estación y saco la tarjeta, la tengo medio arrugada en mi monedero pero debería llevarla en brazos, envuelta en un paño de oro o algo así porque al precio que va el transporte en Barcelona no es para menos.
“Pico” la tarjeta, se abren las puertas y detrás de mí dos o tres tíos más se “cuelan” sin ningún pudor!!! Y no les digas nada eh? Que son capazes de abrirte en canal y dejarte ahí colgada en la puerta. Me pregunto si el hombre de seguridad que controla las entradas es de cartón piedra…ya se sabe, con la crisis…
Ahora, pobre de ti que te cueles eh?...porque como lo hagas tú…llaman a los GEOS.
Aparece ese tubo metálico con olor nauseabundo llamado “metro”. Aparentemente parece lleno, pero no sé cómo acabamos cabiendo todos. Creo que transportes metropolitanos de Barcelona debería plantearse contratar a los “manos blancas” de Japón… el hecho de que nos empujaran a lo bestia para entrar nos facilitaría la tarea.
La clave para pasar desapercibida en el metro es:
-Poner cara de querer matar a alguien
-Poner cara de oler un pedo
-Cerrar los ojos ( y no os preocupéis por pasaros la parada, en algunos metros el volumen está tan alto que traspasa la barrera del sonido)
Bueno, respiro hondo ( y automáticamente me arrepiento de haberlo hecho). Me quedan unas veinte paradas hasta llegar a mi destino….
Es en esos momentos cuando me acuerdo de mi perra…la muy…seguro que tiene tantas ansias de hacerme levantar para poder acomodarse ella en mi cama.
En fin...un día más en la jungla de asfalto…y lo peor es que mañana..será lunes de nuevo!!! Bufffffffffffffffff