¿SERÉ YO SEÑOR?

Esta mañana he perdido el tren…y no porque me haya dormido, porque me haya entretenido desayunando, vistiéndome o yendo al baño…simplemente se me ha escapado!!!
Yo lo estaba viendo allí parado, en la vía, esperando a los últimos rezagados , pero claro, esperarme a mi era pedir demasiado. Sinceramente, me hubiera dado tiempo de llegar si no fuera por esa absurda razón de hacer coger a la gente el primer tren de cada vía, quiero decir, que para llegar a él, tienes que andar dos kilómetros porque si te montas en el primero que ves (y que está aparcado) se te queda cara de imbécil al ver que no está enganchado y se va el de delante!!! Así que la próxima vez que tenga que coger el tren, me pondré unas deportivas y llevaré una cantimplora por si me entra sed durante el trayecto que tengo que andar….
Os preguntareis: ¿Y por qué no corriste? Pues tengo una sencilla respuesta:

NO PUEDO CORRER

Y no, no es una promesa a la Virgen de la pereza, ni que tenga algún tipo de disminución física.. Es que aquí, el Señor Dios, estaba aburrido y al nacer yo pensó:

-Anda, mira, una niñita, que bien, voy a divertirme un poco, a ver…qué puedo darle de especial..
Y el muy cachondo, no me pudo dar el don de poder atravesar paredes, escalar edificios, leer al revés…no, él quería algo especial…
¿Seré yo señor? Parece ser que sí…me tocó a mi.

- Ya sé, lo tengo! Le voy a dar una alergia que se va a cagar!
Si queridos si, y tanto que me iba a cagar pero no encima mío, sino en él!!

Descubrí mi maravillosa característica a los doce años, no sé porqué nunca me pasó antes…
Nunca he sido una amante declarada del deporte, pero bueno, como niña que era, hacía lo que podía. Saltaba a la comba, hacía la vertical, la rueda…bueno vale, no, no sabía hacer la mierda de la vertical sin pared y la rueda nunca me salió, sin hablar de saltar el potro…en fin, que yo siempre he pasado de todas estas cosas porque yo prefería jugar a los cromos, hablar de cosas de nenas…en fin.
Pero claro, había una asignatura llamada “Gimnasia” que era obligatoria en la E.G.B.
Un día, la querida profesora decidió hacernos un pequeño examen de resistencia…teníamos que dar diez vueltas al patio del colegio. Algo me dijo que no iba a ser una buena idea…para empezar me había olvidado las zapatillas de deporte.

- Señorita, como lo lamento… vaya, yo no podré hacerlo, verá, es que me he olvidado las zapatillas de deporte y claro, no correré con estos zapatos de charol. (si, charol, ¿algo que objetar?)

- Ah no? Prefieres hacerlo descalza?

PAM!!! La primera en la frente! Yo que ya me había dado la vuelta para irme a sentar a ver correr a las demás, oigo su respuesta lapidaria.
Así que ya me veis, con el chándal azul marino con la raya blanca en las mangas, calcetines blancos con puntillas y unos brillantes zapatos de charol negros…hasta Michael Jackson se hubiera reído de mi.
Total, suena el silbato y empezamos a correr. No hace falta que diga que cada vez que me adelantaba alguna compañera, tenía que hacerme algún comentario graciosillo:

-Eh FAIL, tu siempre creando moda eh? No había un modelito más hortera en la tienda?
-Pues no…y mira que rebusqué, pero el último se lo llevo tu madre.

Y de este modo tan ameno iban pasando los minutos y a parte del “ clac, clac, clac” de mis zapatos, ya se iban oyendo los jadeos del personal, que ya no aguantaba más…
Por fin, terminamos de correr. Yo siento algo extraño en mi cara, en mi boca concretamente…
Todas mis compañeras estaban tumbadas en el suelo con las manos en el estómago por el flato supongo…Yo no, yo sólo me quería sentar y quitarme de una vez los zapatos. En esto que se acerca la profesora para hacer la última gracia supongo:
- Dios!!! Fail!!! Qué te ha pasado? Llamad al director!! Y a la enfermera!
- ¿Qué? No, señorita, al director no! Le prometo que nunca más se me van a olvidar las deportivas!!
- Calla, pero tú te has visto?

Sin darle tiempo a decir nada más voy al baño a toda prisa y me miro al espejo…
Cómo podría explicarlo..
Tú coge a un gremlin de los malos, ponle una peluca rubia, una dentadura postiza enorme, una lengua muy gorda, sácale las encías para afuera e hínchale los carrillos como si se estuviera comiendo un kilo de polvorones…
Sin palabras…así me quedé yo, sin palabras y sin dignidad ninguna. Apunto estuvo el director de pedir opinión a Iker Jiménez.
Si miráis los expedientes X de España aparece mi cara, sí sí, la de la foto del blog soy yo, pero más vale que no ponga alguna de después de correr. Y no hace falta que corra una maratón, basta con un par de minutos a trote para la transformación...
Los médicos creen que es una extraña mutación de la alérgia colinérgica. Entendéis ahora por qué no corrí a coger el tren? Al llegar, los pasajeros creerían que los monstruos han tomado la ciudad y saldrían corriendo, ellos que pueden…