NO TE LO PUEDO DECIR...

Por la boca muere el pez. Hace muchos años que arrastro un secreto, algo prohibido y oscuro que jamás podrá ser rebelado. Nunca creí que el mal pudiera tener tanta fuerza…la salvación no está al alcance de nadie, ahora lo sé.
Era el último día del año, me preparaba para festejarlo en casa de unos amigos, pero nunca llegué a mi destino. A veces me pregunto cuánto vale la vida de alguien, cuánto vale robar los deseos y pensamientos de la gente, cuánto vale jugar a ser Dios…
Mi secreto rebelaría verdades que jamás pudierais imaginar, hechos aberrantes que he presenciado bajo la atenta mirada del maligno.
Año nuevo vida nueva, decidí acabar con todo, seguir adelante, limpiar mi mente de oscuros pensamientos, de actos crueles que jamás pensé cometer. Sanaría mi alma para seguir por el buen camino.
Nunca podría conseguirlo, como un ser maldito no puede avanzar por los pecados que ha cometido y no tiene perdón, porque ni Dios podría perdonarlo ,demasiado cruel, demasiado…inhumano.
Coomo si un ente perverso habitara en mi alma, más adentro aún, un ser que me lee el pensamiento y no me deja actuar con libertad.
Sabía que esa noche iba a limpiar mi conciencia, sabía que iba a intentar levantarme y no me dejó.
Mis entrañas se arremolinaron formando un nudo en mi interior, jamás pude imaginar tanto dolor. Debería sangrar por todas partes, pues todos mis órganos están siendo rasgados por algo, por alguien en mi interior… hasta mis ojos parece que están destilando charcos de lágrimas rojas. Pero no, sólo sangro por la boca, por mi perdición, la palabra . Intento cortar la hemorragia pero me es imposible, sangro y sangro sin parar.
Nunca volveré a pensar en faltar a mi palabra. No te lo puedo decir, mi secreto está en mi interior, ya ni siquiera en mi mente, está en mi ser y jamás me dejará sacarlo a la luz, expulsarlo de mi conciencia.
A veces, somos esclavos de nuestras palabras y ahora, yo lo soy también de mis actos,ya ni siquiera puedo decidir por mi misma.