LOS DE AFUERA

Queridos amigos, tengo que deciros que no he podido resstirme al blog ni en vacaciones!!! Y como tenía "mono" he escrito un poquito...espero que os guste:





Tengo miedo. Estoy condenado y me mantengo agazapado en la noche.
Estoy arrodillado en una esquina, en el silencio de mi tristeza.
Hace frío y la humedad ha calado en mis huesos. Vivo en la oscuridad de mi rincón del mal, del alma sucia sin penitencia y sin perdón. No me arrepiento, mis pecados fueron a conciencia perfectamente estudiados. Los repetiría una y otra vez porque sí, porque en la oscuridad me crié y no concibo otra realidad.
Los de afuera…esos a quien hay que temer porque, ¿qué se esconde tras esa luz cegadora? ¿Qué debe haber al otro lado de mi mundo? No tengo intención de unirme a ellos, no sé lo que quieren de mi...
Los de afuera…con su luz pretenden tentar mi curiosidad, ese maldito reflejo cada vez cobra más intensidad y me asfixia. ¿Acaso los de afuera se creerán mejores que yo? ¿Acaso no hay maldad en esa luz? , ángeles caídos cuya hipocresía daña más que mi puñal. Con la lengua se pueden romper muchos huesos. Lobos con piel de cordero. Estoy bien aquí, seguro, esperando…a que se vayan.
Me escondo de ellos pero vienen a por mi, lo presiento! Día tras día iluminan mi rincón y provocan aún más mi locura. Apenas duermo, siento pánico porque no descansarán hasta que cruce, hasta que su luz empape mi cuerpo y entonces. ¿Quién sabe lo que me voy a encontrar? No sobreviviré a ellos. Los de afuera me llaman, quieren condenarme y son ellos los que a escondidas planean acabar con todos nosotros. No, no puedo fiarme de la humanidad, no debo confiar en ellos. Cerraré los ojos, sólo así puedo intentar evadirme…no cruzaré, no cruzaré, no cruzaré.

El bien o el mal, ¿quién decide qué es lo correcto? ¿Quién se atreve a lanzar la primera piedra? Prefiero quedarme aquí, al menos sé a lo que atenerme. Todos estamos condenados y los de afuera no son mejores que yo. No, no lo son.